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septiembre 12, 2010

RESTAURANTE ALEJANDRO. ROQUETAS DE MAR.

Nunca he escrito sobre un restaurante que no fuera el nuestro, si acaso referencias puntuales que han dado una idea de lo que nos gusta y de lo que no, pero no de una forma tan explícita como lo hago ahora.

Esta entrada cumple dos funciones: mostraros lo maravillosa que es la comida en nuestro país y rendirle un humildísimo homenaje a Philippe Regol que con su blog nos muestra tantas delicias y que, en cierto modo, me ha enseñado a mirar y no sólo a comer.

En nuestro descanso en Las Negras, uno de esos días decidimos "estrenarnos" con las estrellas Michelín y nos fuimos a Roquetas de Mar a conocer Alejandro, uno de los exponentes andaluces de la cocina de vanguardia y que maneja y domina el producto como no me podía haber imaginado.

Situado en pleno puerto de Roquetas, a dos pasos de la playa (muy recomendable en verano para una siesta post-comida), nos sorprendió su fachada que podía ser más la fachada de un restaurante de menú diario de la costa.



pero el interior es otra cosa...



Acogedor, cálido, relajante y con la cocina a la vista para ir disfrutando en directo de un paseo de platos, juegos y movimientos que ensalzan aún más los PRODUCTOS (sí, con mayúscula) que degustamos en el menú.



Una vez sentados a la mesa, es el propio Alejandro el que sale a explicar los diferentes menús que nos ofrece: uno corto con aperitivo, dos entradas, pescado, carne y postre. O el largo al que se le añade dos mariscos del día y alguna cosita más. Así que nos decantamos por el segundo ya que la prisa no era la premisa de ese día.

Empezamos con unos snacks divertidos (sin foto, sorry, tenía mucha hambre) que consistían en salmorejo con regañás, tortillita de camarones, huevas y bocado de jamón.

Como práctimante todo el menú era a base de pescado nos decantamos por Vallegarcia Viognier 2007 que considero que acompañó muy acertadamente a todo el menú.




Empezando por unos arenques con crema de patatas y tomate seco. Con una textura grasa y adecuada su acompañamiento no enmascaraba para nada el sabor del protagonista del plato.



Siguiente entrada: sardinas marinadas con ajoblanco, caviar y uvas.
Para mi gusto las sardinas son uno de los mejores pescados que se pueden comer, sobre todo en el sur y, al igual que con otros productos, marinarlos ligeramente, sin que el vinagre sobresalga y tape la sardina es una manera muy sincera de comer un gran pescado. Ya hace tiempo que los productos "baratos" dejaron de ser desechados en la alta cocina y me alegro mucho por ello.




Seguimos con Ceviche de Ostra y Ruibarbo. Simplemente ostra, exquisitamente ostra, sublime ostra por su tamaño y por su toque ligero de limón.


...y con ruibarbo para masticar después y no tragar (aderezado con un poco de azúcar) y completar esa acidez y cambiar un poco la textura en la boca.

Y empezamos un baile creciente en gusto, originalidad, potencia y sobre todo sabor.



Quisquillas yo diría que crudas, aunque calientes. El problema que siempre hemos tenido en nuestra gastronomía es que hemos hecho todos los mariscos de la misma manera y al final todos saben igual... la comida cruda-casi-cruda te permite diferenciar sin ningún problema y con un gusto impresionante cada una de sus variedades.




Canelón de trufa de verano con chopitos y setas. Para mi gusto uno de los mejores de todo el menú porque mezclaba una contundencia de sabores corriendo el riesgo de quedar por encima de alguno de los siguientes platos, pero afinado de tal manera que, aunque la textura del plato sí que fuera más contundente el sabor seguía siendo ligero. Incluso, en mi ingnorancia, pregunté que si la lámina de pasta estaba hecha con calamar, pero no...simplemente harina y huevo. Riquísimo.



Cigala a la brasa. Tal cual. Sin comentarios. Aunque en la foto parezca que pueda estar demasiado hecha no es así. Al sacar toda esa carne esta rosadita, jugosa y rica.

Y creo que llegamos al plato estrella (...). Gamba roja con migas y caldo quemao.


De nuevo es el producto el que sobresale. Y de nuevo es ese ligero toque de cocción lo que hace que el sabor de la gamba roja se diferencie perfectamente de la cigala o de otro tipo de gamba.



Además en este plato, la combinación picante con el caldo quemao el las migas calientes hacen del mismo una combinación mar-montaña de las más originales que haya podido ver.



Lomo de lubina con verduras, puré con pimentón. Jugosísimo.



Y la carne.... Solomillo Wellington al revés. EXQUISITO. Creo que después de la gamba roja, el más rico. En el interior de ese rollito hay foie con pasta filo, envuelto en carpacio de ternera.



Bizcocho de chocolate con helado de ron y plátano. Lo más flojo con mucha diferencia de toda la comida, ya que pasar de una carne como la anterior a esto, la verdad es que me decepcionó un poco.



Mojito con espuma de lima. Jajaj mejor que en muchas de las coctelerías que se las dan de preparar el mejor mojito del mundo ¡¡¡



Y unos petit para acompañar el café: gominolas de albaricoque, magdalena de arándanos, nube de naranja, bombones de tequila (mmmmmm) y toffe.

Pero como nada en este mundo es perfecto hay una cosa que, aunque lo intenté, no me gustó nada. Las personas encargadas del servicio no son nada accesibles. No quiero que un camarero sea amigo mío ni mucho menos, pero sí que quiero no tener que cortarme ni intimidarme si tengo que preguntar algo, y en este caso (y no exagero) tenía la sensación de que me abofetearían si preguntaba algo. Quizá Alejandro, que luego saluda a todos sus comensales para ver que tal todo resulta mucho más accesible y cercano que sus camareros.

Prueba superada. Primer estrella conocida. Reconozco que las diferencias son clarísimas sobre todo porque reconozco que la IMAGINACIÓN es el producto más caro que debemos pagar hoy en día.

¡Buen provecho!

Restaurante Alejandro.
Avd. Antonio Machado, 32
Puerto de Roquetas de Mar- Almería
950 32 24 08
www.restaurantealejandro.es




























3 comentarios:

  1. Un menú irresistible para mí.

    Y lo fundamental, notable alto para la redactora.

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  2. lo que faltaba un cocinero se pone a criticar a los demás........no lo entiendo....cuel es el juego?.....es que te quieres hacer notar?.... a caso no tienes suficiente trabajo en tu rst.....y te da tiempo a tus andazas de critico gastronómico???...es una pena que caigas en lo de muchos!...os haceis criticos gastrobloger.....hac un blog de conocimientos culinarios y deja en paz el bizcocho de chocolate que no te gustó, y ten mas personalidad, no hagas lo mismo que muchos.

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  3. Vamos a aclarar varias cosas Sr. Anónimo:

    -Mi nombre es Lorena, como puede comprobar en todos los finales de cada entrada. No soy cocinero ni cocinera, mi trabajo dentro del restaurante es la de atender a la gente y ayudarles a elegir sus vinos.
    -No hay ningún juego, sólo una afición y como verás por el número de seguidores que tiene este blog no me hago notar tanto como piensas.
    -Mis andanzas se suceden en lo que comúnmente se conoce como período de vacaciones, cuyo disfrute es un derecho adquirido no?
    -No me las quiero dar de crítica gastonómica porque no lo soy. Pero si nos ceñimos al significado de crítica...
    8. f. Examen y juicio acerca de alguien o algo y, en particular, el que se expresa públicamente sobre un espectáculo, un libro, una obra artística, etc.

    9. f. Conjunto de los juicios públicos sobre una obra, un concierto, un espectáculo, etc.

    cualquiera en esta vida puede ser un crítico.

    -Si quieres tener conocimientos culinarios ve a una academia.
    -Todos los comentarios de esta entrada han sido totalmente objetivos, incluida la del bizcocho. El resto de opiniones que yo tengo y mi versión subjetiva de mi experiencia sólo la sé yo y la persona que me acompañó.

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Joven restaurante con cocina andaluza y tradicional actualizada.